Una vez más, nos despertamos con una nueva noticia sobre la anticonstitucionalidad de los actos del Gobierno del Partido Popular. Según publica el diario Público, el Tribunal Constitucional ha declarado inconstitucional la privatización por decreto del Registro Civil.
Recordaréis a ese ministro de Justicia que dejó en la más absoluta miseria a la ciudad de Madrid con sus faraónicas obras cuando fue alcalde, con una deuda impagable, y que se dedicó a privatizar posteriormente la Justicia española e incluso a querer legislar sobre el cuerpo de la mujer.
Ese individuo fue el que promovió la privatización del Registro Civil, con el beneplácito de un gobierno enemigo de lo público (no olvidar que nuestro presidente del gobierno es precisamente registrador, que casualidad) y cuando se marchó tan dignamente por la no admisión de su reforma de la Ley del Aborto, aunque creo que fue más un paripé que otra cosa, el nuevo ministro de Justicia paralizó la privatización del Registro Civil, como otras tantas privatizaciones en curso de la Justicia.
Pues bien, ya conocemos por qué. Sabían que el recurso presentado por el Partido Socialista prosperaría. Y así ha sido, ya que el Tribunal Constitucional sentencia diciendo que el Gobierno de Rajoy no justificó las razones de urgencia y disponía de un año para reformar el Registro Civil. También anula la reforma de las empresas de trabajo temporal.
Parece increíble que un gobierno que legisla en contra de la Constitución Española, esa a la que tanto defienden y aman, sobre todo cuando se trata de la cosa catalana, pueda seguir teniendo un apoyo tan masivo. ¿Cuántas sentencias más del Tribunal Constitucional declarando la inconstitucionalidad de los actos del Gobierno necesitamos? ¿Cuántas sentencias más del Tribunal Supremo rechazando reformas y leyes necesitamos?
Según sondeo de este mismo diario (Público), el Partido Popular continuaría ganando las elecciones generales. Lo de este país es para hacérselo mirar. Tenemos metidos en las instituciones una banda de corruptos, chorizos y mangantes que se dedican a expoliar los recursos públicos, que son de todos nosotros, y a un Gobierno que legisla en contra de la Constitución y en contra de los españoles, pero siguen recibiendo millones de votos.
¿Esto cómo se come? Yo no lo entiendo. Si alguien puede explicármelo, se lo agradecía.
Carlos Yebra Matiaci.
CYM 
Vamos a ver; en primer lugar las reglas del juego las manejan los que gobiernan y las cambian a su antojo para mantenerse en el poder; sometidos por ese mismo poder que es el económico y manifestándose como fieles lacayos del mismo, admitiendo las prebendas y rigiéndose por otras normas distintas que las aplicadas a sus administrados , hay un entramado de redes clientelares que llegan hasta las capas sociales mas humildes (incluso clases sociales subvencionadas por dicho sistema); cualquiera que buscase justicia en el sistema acabaría saliéndose de él, pero como cada cual es uno mismo y sus circunstancias se llega, generalmente y salvo excepciones, a la no confrontación con ese estatus y simplemente se deja su manejo en manos de los lacayos del sistema, ie. siempre existe un gran porcentaje de población que no vota y a su vez que no es tenida en cuenta por el sistema, el sistema se defiende tiene instinto de auto conservación.
Mientras no se rompa ese círculo vicioso, mientras el individuo no deje de ser conservador y esté dispuesto a arriesgarse, pudiendo perder lo que tiene en pos de una mayor solidaridad y justicia, cambiando las reglas del juego y por ende el sistema; seguiremos como masa social en una inercia cada vez más protegida por la globalización económica, que se podría compara en ciertos aspectos al comportamiento de la ameba en el mundo animal. Pero este modelo no es nuevo, es muy viejo en la Historia, y se conoce muy bien cómo perpetuarlo en el tiempo hasta que se extinga, es un modelo imperial.
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Según la proyección ésta del voto, el PP podría gobernar con Ciudadanos ¡Y CIU!
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Entonces tendrán que rescatar a Artur para que les vote. Ya no será un villano por saltarse la Ley y el orden constitucional. Igual hasta volverán a hablar catalán en la intimidad.
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Los sociólogos tratan de explicarlo, pero fácil y sencillo no es. Yo, quizá peligrosamente, suelo argumentar con el escaso nivel intelectual general de este país (la programación televisiva es un ejemplo de ello), y hace poco leía, no recuerdo dónde, un artículo que se titulaba algo así como “vuestros padres cobraban más porque tenían ideología”. Me dejó pensativo un rato. Evidentemente se dirigía a los jóvenes de hoy en día.
Pero bueno, respondiendo a su pregunta, finalizo con algo que creo he utilizado en este sitio en alguna ocasión: “tenemos lo que nos merecemos”.
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La verdad que nunca me ha gustado la expresión de «tenemos lo que merecemos» porque considero que millones de personas no merecemos estar gobernados por corruptos y sinvergüenzas por culpa de un sistema electoral fraudulento y por culpa de unos cuantos millones de personas que votan a corruptos y sinvergüenzas, pero que son muchos menos que los que no los votan.
Creo que se debe a una falta de valores generalizada en la sociedad, potenciada desde los medios de comunicación para idiotizar al personal, amedrentarlo y manipularlo hasta el punto de creer que vota a corruptos y sinvergüenzas porque son lo menos malo.
Es un problema de cultura. Este país necesita de personas que sean capaces de culturizar al pueblo para que no sea tan cobarde y débil. Pero claro, eso a los políticos inmundos y a los empresarios esclavizadores no les interesa. Al sistema no le interesa tener un pueblo culto. Por eso se encarga de hacernos cada día más inútiles y frágiles.
Lo que no sé es por qué en otros países desarrollados las cosas son algo distintas. No digo que sean la panacea, porque mala gente hay en todos los lugares, pero el nivel de corrupción de los países del sur es inimaginable en los países del norte. Bajo mi punto de vista la religión juega un papel importante en una mentalidad de concepto católico, con miras muy cortas donde la resignación es un don. Esto es mucho más difícil en países protestantes.
Aquí llevamos jodidos desde siempre. Somos un país inculto y resulta muy difícil salir de esta espiral, aunque poco a poco parece que se van consiguiendo cosas y hacer que la gente piense. Ojalá algún día España sea un país desarrollado.
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Sí, sí, determinadas expresiones acaban siendo generalizaciones y resultan peligrosas. Tiene razón. Pero es que son producto de la mala h… Y es que, lo vemos ya, hay personas con cáncer que están falleciendo por un tratamiento que siendo correcto los hospitales no lo pueden aplicar adecuadamente por masificación, porque la falta de personal se nota, como se nota en la policía y supongo que en otros grupos profesionales y, aún así, …
Por cierto, y ahí soy yo, el que quiero incidir en lo que Ud. dice: la religión. Los efectos económicos del protestatismo, como religión, han sido y son devastadores. Esa máxima de “si a mí me va bien, es porque Dios lo quiere; a mi vecino le va mal, porque Dios lo quiere” ha generado abundante material bibliográfico y tenemos ejemplos desde el nazismo y sus primeros años (si Dios ayuda a Hítler es porque lo hace bien) hasta el actual sistema sanitario yanqui que deja en la estacada a los (casi) pobres. Los muy pobres creo que alguna asistencia tienen. Aunque tampoco niego el efecto del judeo-cristianismio en nuestra sociedad en cosas tan elementales como cuando decimos “bajar de Internet”, “subir a Internet”. Reflejo de lo interiorizado que tenemos los conceptos de arriba cielo bueno, abajo infierno malo. A mí así me lo enseñaron.
Por cierto, no albergo esperanzas de ver una España desarrollada en el sentido que Ud. desea. Quizá la generación que llega.
Saludos y hasta otra ocasión.
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Yo también me lo pregunto y la respuesta está en la falibilidad de las encuestas y en la política del PP de repite, repite que algo queda y de tanto repetir se lo estan creyendo
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¿Y no habría que procesar al presidente del Gobierno como máximo responsable de un gobierno que legisla en contra de la Constitución Española y que vulnera la legalidad vigente, sentenciado así por el Tribunal Constitucional y por el Tribunal Supremo?
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